¡Dejadme vivir! Geología, Paleontología, Ecología, Educación.

Enrique Gil Bazán.
Doctor en Ciencias Geológicas (Paleontología).
Zaragoza, Aragón, España.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Reciclar y algo más.




La conciencia muy tranquila tenemos todas las personas que reciclamos, tal y como se nos recomienda desde todas las instancias oficiales, ya sean  locales, regionales o estatales. Ya saben, papeles, cartones, plásticos y vidrios, sobre todo, aunque también pilas. Cada cosa en su contenedor de colores establecidos según normas internacionales. ¡Qué lujo! Y qué sensación del trabajo bien hecho al llevar tus cartones al contenedor. Se preguntarán si puede haber alguna objeción o consideración en contra del reciclado. Les contesto, nada en absoluto. Gracias al reciclado no tenemos los vertederos completamente llenos de nuestros “necesarios” residuos.

 Residuos en un parque urbano después
de una concentración "ciudadana".

Si no hubiera contenedores por las calles de nuestras ciudades y pueblos esto parecería Nueva York. Sí, lo que han leído. En esa ciudad se pueden admirar los rascacielos al mirar hacia arriba, pero si se mira al suelo se ven montones de basuras esparcidas por las calles, pues el servicio de recogida pasa un par de veces por semana, como mucho.  La verdad es que no sé para qué va la gente a Nueva York, porque entre lo de las basuras y ver esos horrorosos edificios tan altos llamados rascacielos, sí, esos del mismo tipo que los que han servido para decir que la costa levantina ha sido destrozada al construirlos, por ejemplo, en Benidorm, población tradicionalmente utilizada como ejemplo de lo que no debe hacerse en una costa, es difícil de entender.

Basuras en las aceras de las calles de Nueva York.

 Pero Nueva York es otra cosa. Eso hay que verlo. A mucha gente pudiente como para poder ir a esa ciudad, y muy comprometida ecológicamente claro, se les van las sensibilidades ecológicas en un instante al ver eso que se llama la Gran Manzana, oiga, y eso que también es ciudad costera, y donde la mayor parte de la  línea de costa y ribera se reduce a una acera o pared de hormigón.


Nueva York (EEUU)
Benidorm (Alicante)

Pero volvamos al reciclado. Quede claro que es algo totalmente necesario pero  son necesarias también actitudes encaminadas a la reutilización y a la reducción de los materiales que necesitamos y usamos. Y esto debe hacerse a la vez que el reciclar. Antiguamente la distribución de leche a la población se realizaba en botellas de vidrio que eran devueltas a la tienda cada vez que se iba a comprar. Con unos pocos miles de botellas estaban cubiertas nuestras necesidades. ¿Por qué no se hace ahora? Al igual que la leche podemos citar otros ejemplos ilustrativos. Cerveza y otros refrescos se consumen, sobre todo en verano, envasados en lata de metal. ¿Han visto ustedes a alguien protestar por ello? ¿Es que esos “avances” sociales, ecológicamente nefastos al necesitar para ejercerlos una gran cantidad de materia prima, sí que son aceptados por los grupos más reivindicativos? No hay nada más incoherente y ofensivo para la vista que el ver un grupo de personas que dicen defender la naturaleza echados en el césped de un parque atiborrándose de latas de refrescos, o con “tetrabriks” de otras bebidas, y que producen toneladas de residuos que ha de recoger el servicio de limpieza. Por favor, no confundan ustedes a esta incoherente gente con los defensores del medio ambiente. Por suerte hay también ecologistas que saben de ecología y de respetar el entorno y se les puede hacer caso.

Latas de bebida en un centro comercial.
Habituales contenedores ciudadanos de residuos sólidos.

Habrán oído hablar, o incluso hayan participado, en las campañas ciudadanas y escolares de ahorro y reciclado de papel usado. Como ejemplo didáctico resulta una actividad impecable, pues se enseña al escolar y las personas en general que no debe derrocharse ese indispensable material, ya que al proceder de seres vivos cultivados para tal efecto, debe ser considerado y utilizado con la necesaria prudencia y seriedad. Desde luego esta enseñanza contrasta con el uso que del papel se hace en cualquier celebración en la que la mayoría de los regalos que se hacen van bien envueltos en dos o tres capas innecesariamente.





     Que es necesario recortar el uso del papel no es algo de lo que a nadie haya que convencer. Todo el mundo le dirá que usa sólo el que necesita, pero no más. ¿Pero esto es así, realmente? Hay peculiares campañas de concienciación de un uso racional del papel, en concreto del papel higiénico, para así ir en contra de la tala masiva de árboles de Brasil, en la que  aparecía recortada la silueta de América del Sur en un dispensador de papel de baño. Al estirar del papel en cada servicio, la columna de papeles del dispensador iba disminuyendo, con el consiguiente efecto óptico desde el exterior al relacionar la bajada del nivel de llenado del dispensador  con cómo se va  eliminando la cobertera vegetal del continente americano. ¿Realmente estas acusaciones son necesarias y proporcionadas al hecho de usar papel en los baños? Si hay movimientos de concienciación que quieren que se reduzca el uso de papel higiénico sólo tienen que proponer que nuestra limpieza en los servicios sea al estilo de los países árabes. Si van ustedes a cualquier país magrebí podrán comprobar que allí son mucho más respetuosos que nosotros respecto al impacto ecológico que supone el uso de papel en los baños, pues ellos no hacen uso de él. Claro, todo el mundo supondrá que lo sustituyen por agua. De ser cierto eso supondría un considerable incremento del consumo del líquido elemento, pero ese es otro problema, ¿no creen?


Dispensador de toallitas de baño "concienzadoras"
de la deforestación de la Amazonía.

Debemos dejar claro que el reciclado es una actividad muy importante y loable pues se trata de algo que desarrolla en la sociedad hábitos ecológicos adecuados, pero debe ir siempre enmarcado en un contexto que debe exigir, a su vez,  la reutilización y reducción del uso de materiales. Solo entonces tiene sentido. Ya sé que esto lo hace muy poca gente de la que estimula y practica el reciclado, pero no es por su culpa. Las personas hacemos  habitual lo que consideramos normal, como es el reciclar, y muchas veces no vemos más allá, aunque sea muy fácil el hacerlo. Si poco a poco se pasa el mensaje de qué es lo correcto ecológicamente, se irán afianzando entre nosotros unos hábitos verdaderamente respetuosos con el entorno natural. Comprenderán que debemos empezar, por ejemplo, con la sencilla conquista de eliminar el envasado en cartón y las latas de nuestras bebidas favoritas. Es cuestión de educación y concienciación. Seguro que lo conseguimos.



1 comentario:

  1. La primera que tiene que poner los medios es la admon., primero educando, y segundo disuadiendo, pero con seriedad y no con amiguismo como en otros paises de nuestro entorno, y naturalmente poniendo los medios , demás de toda una industria de reciclado, basada en I+ D + I con motivación fiscal para las empresas que lo desarrollen. he dicho, saludos

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