Eudald Carbonell, arqueólogo de Atapuerca, siempre utilizaba
la frase “tú fardas mucho, ¿eh?”, con un fuerte acento catalán, al referirse a
cuestiones concretas que discutíamos o corregíamos en el transcurso de la excavación.
“Porque se puede” le contestábamos el mini equipo de Zaragoza que allí nos
encargábamos del estudio de los micromamíferos pleistocenos de esos
yacimientos. Naturalmente era todo en tono de broma y con mucha ironía, pues el
equipo catalán siempre hizo buenas migas con el aragonés. Pero no nos faltaba
razón a ninguno pues muy a menudo surgían situaciones en las que había que
demostrar todo nuestro potencial cultural para no quedar mal ante los demás o
defender nuestra razón.
Y esos puntos de controversia no venían de personas
iletradas o faltos de formación y titulación académica, y de la buena de
entonces, claro, por lo que aún era más desconcertante. Pero sobre todo uno se sentía un poco “tonto” teniendo
que explicar cosas obvias a personas que se suponía que las tenían que saber o controlar. Siempre
recordaré la anécdota ocurrida un día de 1984 con unos arqueólogos catalanes
que, después de un viaje turístico por capitales castellanas del que venían
maravillados, se atrevieron a preguntarnos (la ignorancia es muy atrevida) cuál
era la bandera que tenía Aragón. Me imagino que al leer esto se les habrá
quedado la misma cara que a nosotros ese día. Pero estas situaciones no son
exclusivas de gentes de “letras”, pues hay mucha desinformación también entre
algunos doctos científicos que nos rodean y que suelen dar muestras de
superioridad en cuanto te acercas, sobre todo si eres geólogo.
Estamos de acuerdo y compartimos la opinión de sorpresa y casi de sentir vergüenza ajena al comprobar cómo, a veces, nuestros jóvenes adolescentes cometen errores de concepto que hacen pensar que no supieran o no hubieran aprendido nada durante sus años de formación preuniversitaria. Pero en determinadas ocasiones también se podría decir lo mismo de algunos adultos con experiencia, titulación, y formación demostrable. Con el fin de
ilustrar jocosamente esta exposición anterior puedo citar, con todo cariño y teniendo en cuenta que todos metemos la pata de vez en cuando, algunas
situaciones o cometarios que yo he presenciado y que creo no tienen desperdicio, todo ello
proveniente de personas adultas y con sólida formación, muchas veces superior, ya sea en “ciencias” o en “letras”:
A la vuelta de un viaje a Canarias:
“Hemos estado en Canarias, en Tenerife, pero en el lado norte, ya que no hemos visitado la vertiente
volcánica de la isla”.
En una discusión sobre evolución y diseño inteligente:
“Tanto decir, tanto discutir, y sacar nuevas teorías sobre la
evolución del hombre, pero ¿qué pasa con
la de la mujer, eh?”.
Hace bastantes años un alumno universitario le pregunta a su profesor
respecto a la ortografía de su apellido, al rellenar un formulario:
“Por cierto, profesor, su apellido Hernández se escribe con
H?”.
Podríamos seguir. Seguro que conocen ustedes muchas más. Y
eso que son ejemplos de cuando se llegaba a la universidad con “buen nivel”,
pero fíjense en cómo salían… Por cierto,
¿se han dado cuenta que el escudo de España va a cambiar y a partir de ahora va
a ser el de arriba? ¡Era broma! Espero
que con la reforma educativa en ciernes no nos cambien también el escudo y si lo hacen que incluso los de ciencias nos demos cuenta.
Aunque muchos jurarán que ha sido el de siempre…
![]() |
Frase original de Enrique Gil González. |
Amigo Enrique como siempre un artículo genial, es un verdadero placer pasear por tu blog, hace unos días me pasaron por email, una pregunta de examen que decía: "Simón Bolivar murió en..." y el alumno contestó: "fermo".
ResponderEliminarEn fin de todo hay que sacer humor. Cuídate mucho y recuerdos a la famili, hasta pronto.
Muchas gracias Óscar. Sí, anécdotas de esas conocemos todo el mundo, y suelen ser jugosísimas. Todos bien. Ya nos veremos por Torrebaja. Un abrazo.
EliminarQuerido Enrique,
ResponderEliminarte leo y sigo, al igual que a tu hijo, me gustan vuestros análisis acertados en su gran mayoría.
Leer los comentarios que han hecho tus antiguos alumnos deberían ser un estímulo porque no sólo hablan de ti como docente, también como persona, por enseñar unos valores no escritos.
La humildad que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento es uno de los valores del ser humano, sobre todo es uno de los pilares para enseñar y aprender.
Por cierto el cambio de bandera es muy adecuado, porque es el que más se ajusta a la realidad, podrías incluso poner un euro con la imagen de Sharkozy y Merkel juntos pero no revueltos, y te quedaría perfecto.
Un beso,
Carmen
Muchas gracias Carmen por tus palabras. La verdad es que los comentarios de mis exalumnos, sobre todo los del María Moliner, me llenan de orgullo y te hacen pensar que tampoco lo hemos hecho tan mal. La verdad es que los quiero mucho. Tendré en cuenta lo de la bandera, quizás...
EliminarUn beso Carmen.