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Enrique Gil Bazán.
Doctor en Ciencias Geológicas (Paleontología).
Zaragoza, Aragón, España.

jueves, 29 de marzo de 2012

Aragón en la cronoestratigrafía continental del Neógeno.

Hipparion

     La riqueza paleontológica de la provincia de Teruel es de sobra conocida, en especial por el registro de fósiles de mamíferos de la Era Terciaria, los cuales han sido descubiertos durante las últimas décadas  en numerosos yacimientos dispersos por toda su geografía, sobre todo en los niveles estratificados terciarios de las depresiones internas de la Cordillera Ibérica.

Mapa geológico de la Cordillera Ibérica.

     La Depresión Calatayud-Teruel-Ademuz, situada entre las ramas aragonesa y castellana de la Cordillera Ibérica, se divide en dos  segmentos diferenciados: Calatayud-Daroca, y Alfambra-Teruel-Ademuz. Aun siendo casi todo  su relleno sedimentario de edad terciaria, las facies y pisos estratigráficos en ellas representados no se distribuyen por igual. A grandes rasgos, los episodios correspondientes a la parte inicial y media del Mioceno son los que principalmente afloran en  el tramo Calatayud-Daroca, siendo los depósitos del Neógeno superior los que se representan en  el tramo Alfambra-Teruel-Ademuz.
Mapa de Aragón indicando las zonas donde
 se han definido los pisos aragoneses.

     Es en estos depósitos donde se han podido definir, especialmente en base a su gran contenido en micromamíferos, hasta cuatro pisos continentales que son recogidos en la Escala Estratigráfica Internacional y que llevan nombre aragonés: Rambliense, Aragoniense, Turoliense, y Alfambriense.

Distribución cronoestratigráfica de los pisos continentales del Neógeno.
 En negrita se señalan los pisos de toponimia aragonesa.
Los números indican, en millones de años, el inicio deducido para cada piso al que acompañan. Gráfico: E. Gil.

     Rambliense.
     Se define en 1987 por Daams et al en las secciones terciarias de los alrededores de Calamocha (Teruel), estando la sección tipo en el Arroyo del Ramblar, junto a Navarrete del Río, y se hace en función de la abundancia de algunos taxones de roedores. El límite inferior se determina por la aparición del género de roedor Ligerimys, siendo su límite superior el marcado por la aparición regular del cricétido Democricetodon. Así mismo, a mediados del Rambliense se detecta la primera aparición del macromamífero Anchitherium.
Anchitherium.

     Aragoniense.
    Aunque definido por Daams et al en 1977, con el estudio y definición del Rambliense (Damms et al, 1987) se redefinió en 1987 con otros criterios basándose en la presencia de los primeros micromamíferos cricétidos modernos. Su límite superior, que coincide con el inicio del Vallesiense, se define por la presencia de la primera aparición de Hipparion, un perisodáctilo de pequeño tamaño.
     La sección tipo del Aragoniense está en la Rambla de Vargas, junto a la localidad zaragozana de Villafeliche, en una sucesión de depósitos que se encuentran discordantes sobre materiales del Cámbrico.
Reconstrucción paleobiológica de Hipparion.

     Turoliense.
    Las asociaciones de macromamíferos de los alrededores de Teruel  sirvieron como base  para definir el Turoliense, siendo de referencia obligada en el contexto internacional  los yacimientos de El Arquillo y Los Mansuetos. Hasta el límite inferior del Turoliense llega la acrozona del múrido Parapodemus lugdunensis, en el que además de este roedor, entre otros, e Hipparion, encontramos jiráfidos y rinocerótidos, siendo de estos últimos el Alicornops el último rinoceronte gregario registrado. El Turoliense medio comprende la zona de otro múrido, como Parapodemus barbarae, además de Occitanomys adroveri, una de las especies dedicadas al hermano de La Salle, Rafael Adrover, muy conocido y querido en Teruel. Hiénidos, félidos, proboscídeos  y cérvidos completan, junto a Hipparion concudense del Cerro de la Garita de Concud, la fauna más significativa de este episodio medio del Turoliense. Las zonas del roedor  Stephanomys ramblensis comprenden la mayor parte del Turoliense superior. Además, varios tipos de carnívoros, como mustélidos y félidos caracterizan este periodo final, junto con tres especies de Hipparion, habiendo sustitución de especies de micromamíferos.
     En la cuenca Calatayud-Teruel el Turoliense se determina en depósitos fluviolacustres carbonatados, con pocos yacimientos de fósiles, mientras que en la Alfambra-Teruel-Ademuz, los sedimentos constan de carbonatos palustres, margas con materia orgánica y terrígenos aluviales.
     Alfambriense.
     Definido este piso por Moissenet et al en 1990, en relación con micromamíferos como especies de Ruscinomys  y varios roedores arvicólidos  como Dolomys adroveri y Mimomys vandermeuleni, ha permitido conocer también especies de macromamíferos como hiénidos, una especie grácil de perisodáctilo, como  Hipparion fissurae, y un rinoceronte de gran talla del género Stephanorhinus.
     En las dos zonas de la depresión ibérica se conocen depósitos del Alfambriense, aunque es en la zona de Orrios- Villalba Alta, al norte de la ciudad de Teruel, donde se manifiestan con mayores potencias sus secciones estratigráficas, lo que facilitó su estudio y definición de este piso en la zona.
Stephanorhinus
      Bibliografía citada:
Daams,R., Freudenthal, M. y Weerd, A. van der (1977): Aragonian, a new Stage for continental deposits of Miocene age. Newsl. Stratgr., 6 (1):42-55.
Daams,R., Freudenthal,M. y Alvarez Sierra, M.A. (1987): Ramblian, a new Stage for continental deposits of Early Miocene age. Geol. Mijnbow, 65: 297-308.
Moissenet,E., Lindsay,E., Mein, P., Opdyke, N, y Pérez González, A. (1990): The Alfambrian: a new continental stage for the Pliocene formations of Teruel Basin. Biostratigraphy, magnetostratigraphy, referenced sections. IX Congress R.C.M.N.S., Barcelona, Abstracts, 245-246.



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