Escudo de Murero (Zaragoza): la imagen del centro corresponde a un trilobites. |
Murero
es una localidad zaragozana muy visitada por paleontólogos y aficionados a los
fósiles de todo el mundo. Ello es debido a que en su próxima rambla de Valdemiedes
se localizan numerosos yacimientos del primer periodo Paleozoico: el
Cámbrico.
El
Cámbrico, que dura desde los 542 hasta los 488 millones de años es conocido por
ser el período de tiempo en el que se produce sobre la Tierra la conocida como “gran
explosión de vida”, durante la que aparecieron la mayoría de los grupos
biológicos que hoy en día se conocen. Con anterioridad a esa fecha es casi
inexistente el registro fósil en el mundo, teniendo que remontarnos a la fauna
de Ediacara (Australia), de 670 millones de años, para encontrar una biota con escasa
fauna “reconocible” de medusoides y pennatúlidos, entre otros.
Itinerarios didácticos de la Rambla de Valdemiedes. |
Cartel expositor. |
Verneuil,
geólogo francés, descubrió los yacimientos de Murero en 1862 y desde entonces
se han realizado numerosas campañas de excavación, en especial desde la década
de los 70 del pasado siglo por parte de la Universidad de Zaragoza.
Geológicamente Murero se localiza en el sector aragonés del sistema ibérico,
junto a la depresión Calatayud-Teruel, cuyos rellenos terciarios, formados sobre
todo por conglomerados y areniscas rojas, cubren en parte los afloramientos de
Murero. El Cámbrico de Murero es de especial importancia pues allí se registran
más de 200 m de potencia de niveles estratigráficos de origen marino,
representando casi 8 millones de años de tiempo. En esos niveles han aparecido restos de
organismos, muchos de ellos extintos hoy, tanto con esqueleto duro como de
cuerpo blando, lo que incrementa su interés paleontológico. El
principal grupo de organismos que
aparecen en el registro fósil de Murero es el de los artrópodos, estando bien representados los aracnomorfos y
los bradoríidos (un tipo de crutáceos) y especialmente los trilobites. De estos
últimos destacan las especies Paradoxides mureroensis y Conocoryphe heberti.
Otros grupos, como los braquiópodos y equinodermos, enriquecen las densas asociaciones faunísticas de Murero,
junto a algas, esponjas y abundantes pistas fósiles de organismos
indeterminados.
A
comienzos de este siglo se instalaron varios paneles explicativos de las rutas
“Paradoxides” y “Ruta de la Rambla” que completan la información geoturística
que se reconoce para Murero con las
declaraciones sucesivas institucionales que estos yacimientos han conseguido:
Bien de Interés Cultural del Gobierno de Aragón, en 1997; Punto de Interés
Geológico, del Gobierno de Aragón, en 2001; y el Internationally Outstanding
Point of Geological Interest del Instituto Geológico y Minero de España (IGME),
en 2008.
Eladio Liñán, catedrático de paleontología de la Universidad de Zaragoza y principal investigador de los yacimientos de Murero. |
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