¡Dejadme vivir! Geología, Paleontología, Ecología, Educación.

Enrique Gil Bazán.
Doctor en Ciencias Geológicas (Paleontología).
Zaragoza, Aragón, España.

sábado, 8 de febrero de 2014

El reto de entusiasmar con la práctica docente.


 
 
     Cada cierto tiempo parece que se repiten determinadas consignas educativas en nuestra sociedad. Y no sé muy bien si están o no teledirigidas por gente que vive de la manipulación, o que ha vivido desde hace muchos años, alertando del ejercicio de una supuesta práctica educativa que dista mucho, al parecer, de otra que sea cercana, muy cercana, a las necesidades del alumnado.


     Recibo el enlace de un blog en el que se trata este tema: http://formadoscontic.blogspot.com.es/2014/02/una-educacion-para-el-futuro.html?spref=fb , donde se pone de manifiesto (se den una vuelta por esa entrada…) la necesaria comunicación de los docentes con un alumnado al que hay que “enseñarles” a dialogar, discutir, investigar, elaborar documentos consensuados, etc…, además de intentar dirigir sus pasos desde una iniciativa integradora de los conocimientos actuales, aunque sin profundizar ni llegar a ejercer habitualmente memorísticos hábitos ya pasados de moda por completo.


     No lo pueden remediar. Necesitan exponer y recomendar a los demás unas ideas y prácticas docentes que seguramente consideran modernas, actuales e innovadoras. Redescubren América cada cuarto de hora. Y además, da la impresión de que se consideran el ariete de la investigación puntera y publicable en temas de educación actual. No citan a ningún gran pope de la didáctica clásica ni moderna, seguramente porque han debido de comprobar que, además de estar más pasados que Machín, sus consideraciones y ejercicios prácticos de aplicación con los alumnos no pisaban nunca tierra, que era un revolotear dialéctico de poca o nula trascendencia real (esto es fácilmente comprobable al analizar la práctica docente, eso sí, con mucho entusiasmo, de los recién titulados maestros españoles). Piensan que sus recomendaciones deben ser instauradas en la práctica docente de manera inmediata para poder salvar nuestra educación de inamovibles lastres antiguos y obsoletos basados en actitudes antediluvianas que rozan la antítesis de lo que verdaderamente se debe hacer, y que no se hace.
 
 

     ¿De verdad los autores de estas ideas (creen que son solo suyas) piensan que en la educación actual se hace lo contrario a actuaciones propuestas como estas?:


“…debemos enfocar el aprendizaje hacia el pensamiento crítico, es decir, debemos analizar las informaciones y ser críticos con ellas”.


“como docentes debemos educar la capacidad de la toma de decisiones, exponer la información y permitir su análisis, dejar que cada destinatario establezca su propio criterio sobre un tema determinado”.


“debemos trabajar duro y encontrar la manera de encender la creatividad de nuestro alumnado, despertar su motivación, generar nuevas expectativas”.


“otro factor importante es la motivación, debemos cautivar a nuestros alumnos, sumergirlos en nuestras clases, despertar su interés, contagiarles nuestro entusiasmo en la materia impartida. Buscar la compenentración con ellos, establecer una relación con nuestros alumnos prestando atención a sus intereses y darles importancia”.


“nuestra meta no es la genialidad sino perder el miedo al diálogo, al debate, a la confrontación de opiniones dispares”.

 

“trabajar en todo momento desde la humildad, la exigencia y el respeto, pero siendo valientes, enfrentándonos al cambio y mostrando la responsabilidad necesaria para la práctica docente”.

 

     Si realmente los autores de estas propuestas piensan que eso es así, es que no tienen ni idea de lo que hoy se está haciendo en educación, de cómo se enfoca el conjunto enseñanza/aprendizaje, ni de cuál es la realidad social de niños y adolescentes en nuestro país. La práctica totalidad (siempre hay excepciones) de los profesores actuales, además de entusiastas con su trabajo, están desde hace muchos años formados y comprometidos con una enseñanza comprensiva y desarrolladora de las capacidades personales del alumnado, que nada tiene que ver con el conjunto de actividades o prácticas memorísticas al que se consideraba, hace muchos años, como la única vía educativa.

 

     Habrá que avanzar, seguir formándose, aplicar nuevos enfoques educativos, exigir más recursos que permitan acercarse con calidad a las necesidades, educativas y humanas, de los jóvenes, pero ese es un proceso en marcha por parte de muchos desde hace muchísimos años. Hoy en día no puede entenderse la educación de otra manera. Otra cosa no sería educación, sería y desprecio hacia la gente, cuando no puro alienamiento. Y no estamos por la labor. Entusiasmamos a los alumnos con nuestra práctica docente desde hace muchos años ya.



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