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Enrique Gil Bazán.
Doctor en Ciencias Geológicas (Paleontología).
Zaragoza, Aragón, España.

lunes, 16 de abril de 2012

Apuntes de paleontología humana: registro fósil y esquema evolutivo.

Cráneo de H. heidelbergensis de Sima de los Huesos, en Atapuerca.

     Se han producido  muchos  avances y modificaciones  en los últimos años respecto al conocimiento de la evolución de los homínidos, tanto por el hallazgo casi continuo de numerosos y significativos  restos fósiles de hombre,  como por el desarrollo de la investigación en esta especialidad de la paleontología. Esto, que desde un punto de vista científico resulta fascinante,  dificulta al interesado no especialista el poder estar al día en este complicado tema, cada vez más solicitado por numerosos aficionados con el fin de descifrar y entender los vericuetos que se han sucedido desde la aparición del hombre sobre la Tierra hasta nuestros días. Exponemos aquí, de forma esquemática, los datos más significativos y actualizados de los obtenidos, aceptados  y establecidos científicamente a fecha de hoy  de  la evolución humana.


Una visión general de la evolución humana.
     La cuna de la Humanidad es África. Allí se lleva a cabo la primera parte de la evolución humana, desde los primeros homínidos bípedos hasta que se produce  la primera salida del continente africano, hace  más de un millón de años, hacia Europa y Asia.  Homo sapiens, nuestra especie, pertenece al grupo de los Primates, los cuales aparecen registrados paleontológicamente desde  finales del Cretácico, hace casi 70 millones de años (ma). Este grupo se diversificó por evolución, apareciendo en el Mioceno, hace 25 ma, el grupo de los Hominoideos, al que pertenecemos los humanos junto a los  simios antropomorfos como gorilas, chimpancés, orangutanes y  gibones.


Árbol evolutivo de los Primates.


     Ardipithecus  ramidus,  de vida parecida a la de los chimpancés y gorilas, en ambientes cerrados y arborícolas,  aparece hace 5 ma  y es  el primer antepasado del género humano. A  los 4 ma y de ambientes más abiertos, Australopithecus anamensis  es ya claramente bípedo, a partir del cual se desarrollan dos grupos distintos. Uno, de 3 ma, Australopithecus afarensis, y  otro grupo del que proceden Australopithecus africanus y el  primer representante del género Homo: Homo habilis, que coexiste entre  2 y 1,4 ma con otras dos especies de hombre: Homo rudolfensis (algunos investigadores la consideran una variedad de Homo habilis) y Homo ergaster.  Todas ellas conviven en  África con, hasta su desaparición,  todos los parántropos ( Paranthropus aethiopicus, Paranthropus boisei y Paranthropus robustus), hasta que los descendientes de Homo ergaster, muy posiblemente pertenecientes a la especie Homo antecessor,   abandonan el continente africano por primera vez hace aproximadamente 1,5 ma hacia Asia y Europa. Los Paranthropus proceden de la línea ancestral de los Australopithecus, de los que son morfológicamente distintos, aunque se duda de la asignación a Australopithecus de las especies de Paranthropus antes citadas. Igualmente perdura  la discusión científica sobre la necesidad de incluir o no las especies Homo habilis y Homo rudolfensis en el género Homo, como se hace ahora, o en Australopithecus.




Esquema evolutivo humano  (José Luis Arsuaga e Ignacio Martínez) referido en el texto de esta entrada.

Esquema evolutivo humano con ligeras modificaciones respecto al texto aquí
registrado y al esquema  anterior.
     
      La especie migradora procedente de la evolución de Homo ergaster  da lugar a los pobladores de Asia: Homo erectus, que viven desde  1 ma hasta los 250.000 años. En Europa, sin embargo, hay muy pocos restos fósiles humanos entre 1 ma y  400.000 años, exceptuando Atapuerca con Homo antecessor de 0,8 ma, antes de la aparición de los neandertales (Homo neanderthalensis), los cuales viven desde los 250.000 hasta los  30.000 años. Esta última fecha es en la que  desaparecen pues los neandertales, al igual que los Homo erectus en Asia,  como consecuencia de la llegada hace 50.000 años a Eurasia, desde África,  de la moderna especie Homo sapiens, y como resultado de su evolución africana. Por otro lado, la aparición reciente de Homo floresiensis en la isla indonesia de Flores parece indicar un frente nuevo de investigación respecto a las peculiaridades evolutivas de Homo erectus  en el continente asiático.



Australopithecus anamensis: son homínidos muy primitivos, que presentan molares muy anchos y esmalte espeso. Ocupó la zona de Kenia entre 4,2 y 3,9 ma.

Australopithecus afarensis. Su capacidad para transmitir sonidos no sería muy superior a los actuales chimpancés. Situado entre 3,9 y 2,7 m.a.


Australopithecus bahrelghazali: único encontrado fuera de África oriental. Recibe su nombre del oasis de Bahar- el- Gazhal, en Chad. Situado entre 4 y 3 ma.
Australopithecus africanus: cráneo más globular, con mayor capacidad cerebral. Aproximadamente unos 450 cm³. Situado entre 3 y 2,5 ma.
Australopithecus garhi: tiene especiales características craneales y, sobre todo, faciales. Capacidad craneal de unos 450 cm³ y discutidos indicios de proto-industria lítica. Situado hace 2,5 ma.
Australopithecus sediba: una mezcla de características lo acercan tanto a Homo como a Australopithecus y algunos paleontólogos lo ubican como el antepasado directo más factible de los humanos. Tiene solo 2 millones de años, por tanto es el  Australopithecus más reciente.





Homínidos europeos.
     Anteriores a los neandertales son muy escasos los restos fósiles de hombre  que se tenían localizados en Europa antes de los hallazgos de Atapuerca. Podemos reconocer la existencia de tres grupos de yacimientos con fósiles humanos de características anteneandertales, de tres intervalos de edades diferentes.


Grupo 1, entre 500.000 y 415.000 años.

     Engloba  al fósil más antiguo conocido de Europa, la mandíbula de Mauer, de Homo heidelbergensis, de cerca de 0,5 ma; de edad similar son los restos de la misma especie de Boxgrove, en Inglaterra, y de cerca de 0,4 ma los de Aragó, en Francia, y Visagliano en Italia.

Grupo 2, entre 415.000 y 254.000 años.

     Entre 0,4 y 0,25 ma, se encuentran los restos craneales de Bilzingsleben y Reilingen, en Alemania, Swanscombe en Reino Unido; Vérstesszöllös  en Hungría, y Petralona en Grecia, junto a los numerosos restos craneales y postcraneales que han sido determinados como Homo heidelbergensis de la Sima de los Huesos de Cueva Mayor, en Atapuerca (España).

Grupo 3, entre 254.000 y 190.000 años.

     Estos homínidos se encuentran representados, y  ya muy entroncados con caracteres neandertales (algunos pueden ser considerados de esa especie), entre 0,24 y 0,19 ma,  en muchos yacimientos europeos, entre los que destacan Ehringsdorf, en Alemania; Pontnewydd, en Reino Unido; Lazaret, Biache Saint Vaast, La Chaise-Abri Suard, en Francia; o  Pinilla del Valle (Madrid), Bolomar (Valencia), Tossal de la Font (Castellón), Lezetxiki  (Guipúzcoa) y  Valdegoba (Burgos), en España.

     Fuera de esta enumeración y de edad mucho más antigua, aunque con una clara relación con los llamados "anteneanderthales", se encuentran los restos de Homo antecessor del nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina de la Trinchera del Ferrocarril de Atapuerca, en España, de cerca de 0,8 ma, los cuales se relacionan con los fósiles de Dmanisi, en Georgia , que pueden ser datados en casi 1,5 ma.

   
Yacimientos europeos con restos de hombre anteriores a los neandertales: 1, Heidelberg; 2,Boxgrove;
 3, Aragó; 4,Visogliano; 5, Reilingen y Bilzingsleben; 6, Swanscombe; 7, Vértesszöllös; 8, Petralona;
 9, Steinheim; 10, Ehringsdorf; 11, Pontnewydd; 12, Lazaret; 13, Biache.Saint.Vaast;
 13, La Chaise.Abri Suard; 15, Pinilla del Valle; 16, Bolomor; 17, Lezetxiki; 18, Tossal del Font; 19, Valdegoba;
20, Sima de los Huesos.


     Los neandertales (Homo neanderthalensis) se localizan en Europa  aproximadamente  desde hace 250.000 años, estando bien representados en  numerosos yacimientos datados hasta los 30.000 años de antigüedad. Sus caracteres morfológicos y biométricos nos permiten saber que eran humanos diferentes, aunque próximos, a nosotros. Algunos yacimientos especialmente significativos por la información que han ofrecido sobre su tipo de vida (posibles enterramientos, cuidado de  sus mayores, ofrendas mortuorias,  tecnología lítica elaborada…) son Le Moustier y La Ferrasie, en Francia; y Cueva del Castillo (Cantabria), Cova Negra (Valencia), o Zafarraya (Málaga) , en España.
      La última migración desde África, hace casi 50.000 años, de Homo sapiens moderno,  el cual aparece como consecuencia de un proceso  evolutivo que pasa por  Homo antecessor (?)Homo rhodesiensis, con nuevas tecnologías líticas y caracteres morfológicos propios, hizo que comenzara una sustitución, seguramente de naturaleza y rango  ecológico, de  la especie Homo neanderthalensis  por Homo sapiens. Esto supone  que desaparezca por completo del registro fósil , por lo menos  hasta el presente,  la especie  neandertal hace aproximadamente unos 30.000 años. 




Bibliografía recomendada:

Aguirre, E. (2010). Homo hispanicus. Ed. Espasa-Calpe. S.A. 348 pp.

Arsuaga, J.L; Martínez, I. (1998). La especie elegida. La larga marcha de la evolución humana. Ed. temas de Hoy. 342 pp.

Chaline, J. (1972; versión en español de 1982). El Cuaternario. La historia humana y su entorno. Akal editor. 311 pp.

2 comentarios:

  1. Gracias por la entrada en su blog. Entrada que utilizaré este curso en mis clases de Filosofía.
    Tengo una duda sobre el esquema evolutivo que presenta. Si el Homo sapiens sapiens es descendiente del Homo sapiens que surge en África, ¿cómo debemos interpretar que no se hayan encontrado restos de Homo antecesor en África?. ¿Podríamos pensar que antecesor es antepasado únicamente de la vía europea que daría lugar a heidelbergensis y a neandertales, mientras que sapiens se desarrolla paralelamente en África?.
    Gracias de nuevo
    Jose Luis

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    1. Hola José Luis. Gracias por entrar y valorar esta entrada de mi blog. Respecto al "antecessor" se puede pensar en la vía que propones, o bien, suponer que H. sapiens es el resultado de la evolución del antecessor en África, aunque todavía no se han encontrado restos. Como esto cambia muy a menudo, según autores e invertigaciones, esperaremos a ver qué nos depara el futuro sobre esta línea evolutiva.

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