¡Dejadme vivir! Geología, Paleontología, Ecología, Educación.

Enrique Gil Bazán.
Doctor en Ciencias Geológicas (Paleontología).
Zaragoza, Aragón, España.

lunes, 23 de febrero de 2015

¿La “dictadura” de las notas de clase?




     No paran de innovar. Son tremendamente activos. Psicopedagogos y otros especialistas dedicados a la didáctica de enseñar cualquier cosa descubren y dicen  que las notas que se les pone a los alumnos no son el reflejo de tener una serie de conocimientos necesarios. Y que suponen una dictadura. Pues puede que tengan razón en algunos casos...No me meteré ahora en describir cómo algunos profesores se empeñan en hacer  memorizar a sus alumnos libros enteros de cualquier disciplina para poder evaluarlos en función de unas competencias mal desarrolladas o afianzadas especialmente en la memoria.

 
     Pero eso no ocurre en otros muchísimos casos. Yo no sé para qué gente investigan o dicen sus últimos pensamientos en voz alta estos investigadores. Debe ser que hace muchos años que no se pasan por un centro educativo de primaria o secundaria. Desde luego en los que yo he prestado servicios nunca he visto un  trabajo de recogida de datos por parte de estos gurús de la enseñanza. Y es que, claro, todo depende de cómo se haga lo que ellos denominan  la “transposición didáctica” de contenidos. Contenidos para los que, y dependiendo del nivel académico y su grado de dificultad, hacen falta muchos reaños para ser transmitidos con éxito al alumnado. Pero, si se intenta, se suele conseguir, que la gente no es tonta (o muchos no…).

 

     Nunca he practicado una docencia basada solo en la memoria, aunque es necesaria en muchas ocasiones. El desarrollo de las modernas competencias lo estamos haciendo desde hace tiempo, aunque con otro nombre. Y muchos de mis exalumnos, que no eran de 10  la mayoría (ni falta que hace), siguen sorprendiéndome cuando me los encuentro. Además del inmenso placer que siento al saludar a muchos a los que les he dado clase, por ejemplo, en el IES María Moliner de Zaragoza, donde las dificultades sociales de muchos  eran más que patentes en un entorno poco proclive a preocuparse de cuestiones académicas al uso, suelo comprobar de qué manera tan eficaz asimilaron ideas, conceptos y procesos que yo les expliqué, sobre todo de geología. Algunos son capaces de comentarme en esos encuentros cuestiones relacionadas con fenómenos geológicos catastróficos que son habituales en los medios de comunicación actuales y que sustentan  sus preguntas y argumentos en temas vistos hace ya más de 15 años. ¿Se conseguiría eso con una enseñanza puramente repetitiva y memorística? Estoy convencido de que no.

 
     Que las notas que se les pone suponen un hecho dictatorial (como se indica en el concienzudo artículo: http://www.eldiario.es/sociedad/fin-notas-clase_0_358714359.html) es algo que poco tiene que ver con muchas realidades docentes. No todas las situaciones son iguales o parecidas como para pontificar y generalizar como si hubiera solo una forma de actuación académica. Si la nota es el reflejo de una enseñanza-aprendizaje racional y con sentido común, puede ser la "nota" de ese alumno. Si es el fruto de un subrayado, memorización espartana y vomitado en un papel el día del examen, pues no sirve para nada. Y la mayoría no hace esto último. Es por eso que para muchos de los docentes las notas de los alumnos sí reflejan bastante bien su “estado” educativo. No suelen fallar.

 
     No conozco a los autores del artículo pero estos destellos los suelen tener gentes un tanto "iluminadas", y desde luego con mucha teoría psicopedagógica en sus cerebros, pero que luego no saben solucionar ni el más mínimo conflicto cotidiano en un aula. Les suelen quedar demasiado lejanas de sus centros de producción ideológica. No se mezclan con el “objeto” de enseñanza. Solo elucubran para que otros apliquen sus cábalas educativas. 

    De todas formas se lo comentaré al departamento de orientación de mi centro…
 

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