Tifón. |
Este mes de noviembre se han producido en el interior de
Estados Unidos más de 80 tifones. No es algo nuevo allí, pasa todos los años, y
nosotros desde aquí los conocemos sobre todo por las películas y documentales, aunque de vez
en cuando se produce por el este peninsular alguno de escasa repercusión y daños.
Cuando se contemplan en televisión los efectos del paso de
uno de ellos por los extensos pueblos norteamericanos hay algo que no cuadra,
que resulta poco coherente con el supuesto poderío económico-social de la gran
potencia mundial. ¿Cómo es posible que les pase eso a ellos con lo preparados
que están para todo, especialmente en infraestructuras (y en armas...)? Pues les sucede
cada año, nada más ni nada menos, porque más del 80% de la construcción de
viviendas se realiza allí en madera, lo que le confiere a la estructura de la
casa un aspecto precioso y “de
cuento” por fuera, pero realmente se parece más a la casita del cuento de “ Los
tres cerditos” por inestable y precaria. Entonces, si esto es un fenómeno que se repite anualmente y
genera multitud de daños, ¿por qué en la
actualidad el tipo de vivienda unifamiliar de EEUU sigue siendo de madera?
Si se preocupan de buscar en internet los motivos pueden
encontrar frases y argumentos del siguiente tipo:
Estados
Unidos tiene mucha montaña y zona boscosa. La madera es fácilmente accesible en
Nueva Inglaterra, costa oeste y el medio oeste, fácil de trabajar, barata y fácil
de reparar. Desde los años 50 EEUU es el primer
productor-consumidor mundial de
madera aserrada hasta la explosión de China. Las casas de ladrillo son también
muy comunes en las zonas donde existen yacimientos de arcilla , pero el
ladrillo es pesado para el transporte de manera que la navegación a grandes
distancias hace que no esté disponible a precios competitivos en muchas zonas
del país.
Para un
norteamericano medio la casa es un bien temporal y pasajero. De hecho, cambian
de casa en promedio unas 5 o 6 veces en toda su vida. No les conviene
endeudarse con inmuebles más caros. Por ello, si van a vender 5 casas durante
su vida buscarán el máximo beneficio posible y por eso prefieren menores gastos
en la construcción.
Existe también una razón impositiva, los impuestos que se pagan por
construir una casa de ladrillo u hormigón son muy superiores a una construida
por el método tradicional.
Este tipo de casas se compran sobre plano y la construcción no requiere mano de obra muy
especializada. Muchas veces son los
propios compradores los que montan su vivienda entrando en una dinámica
de personalización con auto-bricolaje,
muy propio de la cultura estadounidense.
La madera es
un material flexible que permite reducir la formación de grietas durante
pequeños seísmos. Su comportamiento ante los terremotos es mejor por su
flexibilidad, rigidez y menor peso y aunque las técnicas modernas de cimientos
antisísmicos de las construcciones tradicionales las hacen incluso más seguras,
los americanos prefieren enfrentarse a un terremoto dentro de casas de madera.
¿Cómo se protegen de los tornados y huracanes? Siguiendo la tradición
constructiva, levantan sus casas de madera, pero construyen también un sótano
de ladrillo y hormigón. Cuando se alerta de un tornado (cuya trayectoria es
impredecible) las familias se refugian en el sótano. El tornado se podrá llevar
su casa de madera pero no a ellos. El seguro se encargará del resto.
Pero lo más preocupante, desde un punto de vista medioambiental,
es la falta de noticias sobre la macroexplotación maderera de bosques
americanos que se tiene provenientes de famosos colectivos ecologistas como
Greenpeace, ONG muy extendida e implicada en todo tipo de temas en Estados
Unidos, pero, al parecer, “desaparecida en combate” para este. Sin embargo, cuando
quieren hacer algo al respecto lo hacen, como por ejemplo en relación al desastre
ecológico que se está llevando a cabo hoy en día, incontroladamente, en las selvas del Congo (http://www.greenpeace.org/espana/es/news/2013/Marzo/Greenpeace-denuncia-ilegalidades-en-el-sector-forestal-de-la-Republica-Democratica-del-Congo/). ¿Y en los Estados Unidos? Será que no quieren contrariar a
los empresarios que les subvencionan, como la familia Rockefeller, por ejemplo?
No seamos malpensados…
Yo añadiría que el sistema capitalista se sostiene gracias a un desorbitado consumismo, así que le viene de perlas una barrida de todas las viviendas cada año. Así generan riqueza y empleo. Eso así, a costa de esquilmar a la naturaleza... Un saludo
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