Fallas geológicas se entiende, no como las valencianas. Durante las últimas semanas han estado más de moda que nunca debido a su utilización para retrasar la construcción del nuevo hospital de Teruel. Al parecer el terreno previsto desde hace años para levantar el mismo, al norte de la ciudad está en el área por la que pasan unas de las fallas que recorren Teruel y sus alrededores.
No utilizaré aquí ningún informe emitido por personas o instituciones ante la preceptiva Evaluación de Impacto Ambiental (EVA) requerida para cualquier tipo de obra pública. Ni usaré el recurrente argumento de echar la culpa del retraso a la ineptitud de los políticos de turno que no ha tocado sufrir hoy en día, ni a los cantos de sirena emitidos por los autoerigidos guardianes de la colectividad social. Solamente comentaré algún dato técnico que ha sido ofrecido por los geólogos para orientar y valorar el surgimiento casi "in extremis" de diferentes colectivos para paralizar las obras, o retrasarlas, o evitar que se levante ahora el nuevo hospital. ¿Razones?
Las fallas en cuestión, las que pasarían por debajo del hospital son (ver mapa adjunto) la falla de Teruel y la de Concud, fracturas originadas en los sucesivos reajustes tectónicos ocurridos antes y a comienzos del Cuaternario (el Cuaternario comienza hace 2,5 millones de años), habiendo tenido la falla de Teruel su última actividad, es decir, movimiento, y al parecer de medio metro de salto, hace entre 13.000 y 3.200 años (amplio intervalo de datación...). Se estima además que el periodo de repetición de la sismicidad es de 7.000 años, sin que se hayan producido desde ese tiempo ningún reajuste adicional. Según los expertos en tectónica de la Universidad de Zaragoza, la probabilidad que se produzca un terremoto en los próximos 500 años está entre el 4 y el 30%. Se recomienda pues, como es lógico, realizar unas obras con tecnología sísmica resistente para la construcción de cualquier edificio de grandes dimensiones.
¿De verdad era necesario montar todo el circo mediático de supuestas precauciones con estos datos y decidir retrasar de inmediato la construcción del hospital? Conociendo todo esto, en especial los datos geológicos, ¿se puede construir algo en Teruel sin atemorizarse? Desde luego, si en Fukushima (Japón) hubieran sido tan escrupulosos como aquí a la hora de establecer criterios de construcción (teniendo en cuenta que es una zona de altísimo riesgo volcánico y sísmico) no les hubiera ocurrido nada...
Información :
Como siempre amigo Enrique dando en el clavo, desde un puto de vista un tanto sarcástico y humorístico.
ResponderEliminarY sobre todo llevando a la reflexión sobre la variopinta burocracia, la inutilidad supina de quienes nos gobiernan, y el adormecimiento crónico de una sociedad que no se inmuta ante nada.
Es un verdadero placer pasear por tu blog.
Abrazo grande ;)
Muchas gracias Óscar por comentar la entrada. Me das siempre ánimos para seguir. Solo intento hacer de contrapunto a tanto formalismo institucional en todos los sentidos, en mi opinión excesivo y castrante de la sociedad.
EliminarMuy interesante, ¡ojala ¡ todas las construcciones tuvieran este tipo de estudio
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