Una nueva
generación entusiasmada con los dinosaurios. Eso es lo que van a conseguir con
la nueva película Jurassic World de Spielberg. Hace más de 20 años que lo
consiguieron con las primeras producciones y ahora repiten con la juventud
actual. La excelente película de dinosaurios que se acaba de estrenar es, además
de entretenida y muy recomendable, un ejemplo claro de la afición que existe hoy en día
por estos organismos que dejaron de existir hace 65 millones de años.
Al principio,
cuando se realizaron las primeras películas de la “saga” de dinosaurios, no
faltaron paleontólogos que argumentaban que solo era un producto comercial pues
los dinosaurios “no sirven para nada y hay que ponerlos en su sitio”, cito textual
el comentario de un catedrático de paleontología conocido mío. Supongo que era
un comentario un tanto envidioso, pues la mayoría de los paleontólogos no se
dedican a estudiar dinosaurios, sino otros grupos de organismos fósiles mucho
menos vistosos que ellos. Hoy en día, y seguramente gracias a Spielberg, algunos
de aquellos niños y adolescentes que vieron las primeras películas se dedicaron después,
de adultos, al estudio del misterioso y especial mundo de los dinosaurios.
En la nueva
película hay imágenes que, guardando las distancias y el presupuesto, recuerdan
a nuestro Dinópolis de Teruel. Las escenas relacionadas con los accesos al
recinto, los juegos infantiles de excavación o reconocimiento de organismos, son algo que
los que han visitado el parque temático aragonés recordará sin problemas. En
Teruel se está desarrollando uno de los proyectos, públicamente financiados,
más atractivos e interesantes de Aragón en relación con el mundo
paleontológico. La gran reserva fosilífera de Teruel junto a un imparable
impulso investigador de su equipo hace que en los últimos años el complejo
Dinópolis (y sus tentáculos distribuidos por toda la provincia) sea el
referente hispano y europeo para uno de los objetivos esenciales de la
paleontología, como es el transmitir y divulgar los avances que en esta ciencia
se producen.
Hay gente que
se asombra de que el periódico de Teruel sea casi siempre el primero en avanzar la información
que surge de las entrañas de Dinópolis para el mundo. Sin duda se debe a que en
tierras turolenses hay gente que trabaja en paleontología que no solo mira por
engordar su currículo a base de trabajos puntuales, y que cree firmemente que la vertiente
social de su trabajo debe estar siempre al servicio de la sociedad que soporta,
con interés y confianza, la carga económica de sus trabajos e investigaciones.
Nunca como en la paleontología de Teruel hecha desde Dinópolis ha sido tan
beneficiosa una confianza social y la inversión económica de todos. Los resultados y la muestra del excelente Museo Aragonés de Paleontología en
el seno de Dinópolis, y su actividad científica, son la mejor referencia de
cómo debe ser una perfecta incardinación entre ciencia y sociedad.
Hay que ver
Jurassic World. Y después visitar Dinópolis en Teruel…, no defraudará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario