¡Dejadme vivir! Geología, Paleontología, Ecología, Educación.

Enrique Gil Bazán.
Doctor en Ciencias Geológicas (Paleontología).
Zaragoza, Aragón, España.

miércoles, 3 de junio de 2015

Ciudadanos trasvasistas.



     Será cosa de la geología. Intentaré explicarme. Llevo toda la vida manifestándome cada equis años en la plaza del Pilar de Zaragoza en contra de un trasvase del Ebro, con todos, o mejor dicho en contra, de todos los partidos reinantes en su momento. Siempre hemos notado en estas tierras, casi a diario, una especie de menosprecio hacia Aragón y lo aragonés en casi todos los medios informativos, lo que se pone  de manifiesto con especial saña cuando hemos defendido contundentemente desde aquí, tras cada manifestación, que no se llevaran el agua a allí. Y siempre hemos salido airosos, como consecuencia de no reblar, como decimos aquí, en eso de defender que el agua del Ebro debía antes usarse en Aragón y para los aragoneses que para los murcianos y valencianos del sur con sus proyectos faraónicos. Y jamás se ha utilizado la violencia ni se han producido escraches en la puerta de ningún político, ni hemos pedido nada a cambio. Siempre se ha pensado por esta tierra que no debía hacerse un trasvase con un agua necesaria para nosotros  y, simplemente hemos dicho, eso sí,  con la música de fondo de Labordeta,  que no, que por ahí no pasábamos.

     Ahora, en plena vorágine de “regeneración democrática” en contra de esa casta mixta de abundantes indocumentados instalados en los despachos de mando de esta sociedad, surgen gentes con ganas de entrar en el juego de poderes  que dicen que entre sus ideas regeneradoras está el hacer un trasvase del Ebro; que si “sobra” agua (dicen) ¿por qué no llevarla donde la necesitan? Pero, ¿qué ha pasado otra vez? ¡Vuelta a empezar!¡Esto es agotador! ¡Pero si estaba el tema acallado, enquistado (que no resuelto), sin tocar por casi nadie en los últimos años! Por suerte (y por si acaso…)  sigo teniendo enrollada mi vieja bandera de Aragón, la de las manifestaciones, y puede que haya que sacarla a pasear de nuevo. Ya veremos.
 

 

     Es difícil de entender que se vaya de regenerador de una democracia con esas ideas tan arcaicas, pasadas de moda, trasnochadas ecológica, económica y técnicamente, y que van en contra de los derechos e intereses, hasta ahora y siempre ninguneados, de las gentes de mi tierra. Y decía al principio que será cosa de la geología pues los geólogos estamos acostumbrados a que muchas organizaciones de todo tipo y pelaje (muchos ecologistas en acción o quietos, políticos y rancias instituciones académicas y docentes…) consideren que pueden hablar de ecología, medio ambiente y desarrollo sostenible en general sin, primero, saber nada de nada de geología (deducible por lo que dicen), y segundo,  sin que al parecer les  importe, debido a  su desconocimiento supino en esos temas, que la gente en formación esté fundamentalmente dirigida a elegir asignaturas preuniversitarias que les encaminan en la vida adulta a ser parecidos a ese tipo de “regeneracionistas democráticos” que no respetan ni la ecología  ni a la gente, ya que sus ideas, teñidas de falsos e insultantes intereses generales, deben ser las “prioritarias”.
 

 

     Saber geología es imprescindible para poder opinar y tener alguna idea clara sobre cómo funciona la naturaleza en su conjunto y, por supuesto, saber la dinámica de un sistema fluvial estacional como el del río Ebro. Estoy seguro que los pocos o muchos que eligen estudiar geología, al menos en la Universidad de Zaragoza, y que han conseguido cursarla como materia modal en su bachillerato, compartirán esta reflexión antitrasvase y antiembaucadores pseudoregenaracionistas, cursando sus estudios geológicos con la intención de servir a la sociedad en la que se forman, lo que incluye  un profundo compromiso conservacionista de la naturaleza a la vez  que el no frenar el desarrollo lógico de una tierra y sus gentes.

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