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Enrique Gil Bazán.
Doctor en Ciencias Geológicas (Paleontología).
Zaragoza, Aragón, España.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Geoturismo por el Ebrón.



Cascada de El Calicanto, en el río Ebrón.

     No se trata de un aumentativo de Ebro. El río Ebrón existe. Y hay quien dice que el origen de su nombre tiene que ver con la bravura y fuerza de un caudal que nunca dejó de circular por su cauce. Es un río pequeño en recorrido (no más de 50 kilómetros) y se trata del río, afluente del Turia, nacido en Aragón  situado más al sur de esta comunidad. Desde un lugar próximo a la localidad turolense de Tormón, al sur de la Sierra de Albarracín, este pequeño  río atraviesa en su recorrido final la comarca valenciana del Rincón de Ademuz, desembocando junto a la localidad de Torrebaja.
Arco natural en el Ebrón.
    
Cerca de la entrada a los
 estrechos desde Tormón.
Estrechos del Ebrón.
Sendero acondicionado para un fácil acceso.
 
Concha Cebrián, Mercedes Gonzáles y Enrique Gil en el sendero del Ebrón. (Foto de Javier Suárez).
 
     Los materiales geológicos en los que nace son del Mesozoico, atravesando en sus primeros kilómetros calizas y margas del Jurásico y del Cretácico. Al final de su corto curso se encaja en materiales cenozoicos que le acompañan hasta su desembocadura. Las rocas mesozoicas se deformaron tectónicamente durante la primera mitad de la Era Terciaria, entre 70 y 30 millones de años aproximadamente, dando el joven y agreste relieve actual. Es a finales del terciario, entre el Plioceno y el Cuaternario cuando se producen reajustes tectónicos con fracturas y fallas de poco salto que permiten encajarse a este río, dando el peculiar relieve escalonado actual.
Uno de los pocos tramos de los estrechos donde no solo hay incisión lineal.
    
Pequeño salto de agua en el recorrido del río.
      Uno de los reclamos geoturísticos del río Ebrón es, sin duda, la contemplación de los “estrechos del Ebrón”, muy conocidos y valorados en la zona, y que por su espectacularidad merecen ser visitados. Varios arcos naturales, relictos de la fuerte erosión fluvial, decoran el recorrido por su cauce, además de varias cascadas importantes, como la denominada del Calicanto, junto a Tormón, que es la mayor de los muchos y muy seguidos pequeños saltos de agua que salpican el cauce. Desde un punto estrictamente geomorfológico estos cañones del río Ebrón son el resultado de una importante incisión lineal que el río ha realizado en los últimos millones de años, generando saltos y cascadas en zonas de reactivación tectónica en los materiales que atraviesa. Respecto al otro gran proceso de la dinámica fluvial, la divagación lateral, únicamente es posible contemplar bien su acción en áreas próximas a la desembocadura del río, debido  a la gran dureza y competencia de la mayoría de los materiales antiguos que han sido y son erosionados en los tramos alto y medio del río.
     Merece la pena visitar este sendero fluvial.
 
Incisión lineal en los Estrechos del Ebrón.

1 comentario:

  1. Menudo recorrido! Al leer esta entrada te inundan las ganas de ir a recorrerlo, por supuesto con la misma compañía... Un recorrido así junto a las debidas explicaciones geológicas debe ser espectacular.

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