No paran de innovar. Son tremendamente activos.
Psicopedagogos y otros especialistas dedicados a la didáctica de enseñar
cualquier cosa descubren y dicen que las
notas que se les pone a los alumnos no son el reflejo de tener una serie de
conocimientos necesarios. Y que suponen una dictadura. Pues puede que tengan razón
en algunos casos...No me meteré ahora en describir cómo algunos profesores se
empeñan en hacer memorizar a sus alumnos
libros enteros de cualquier disciplina para poder evaluarlos en función de unas
competencias mal desarrolladas o afianzadas especialmente en la memoria.
Pero eso no ocurre en otros muchísimos casos. Yo no sé para
qué gente investigan o dicen sus últimos pensamientos en voz alta estos investigadores.
Debe ser que hace muchos años que no se pasan por un centro educativo de
primaria o secundaria. Desde luego en los que yo he prestado servicios nunca he
visto un trabajo de recogida de datos
por parte de estos gurús de la enseñanza. Y es que, claro, todo depende de cómo
se haga lo que ellos denominan la “transposición
didáctica” de contenidos. Contenidos para los que, y dependiendo del nivel
académico y su grado de dificultad, hacen falta muchos reaños para ser
transmitidos con éxito al alumnado. Pero, si se intenta, se suele conseguir,
que la gente no es tonta (o muchos no…).
Nunca he practicado una docencia basada solo en la memoria,
aunque es necesaria en muchas ocasiones. El desarrollo de las modernas
competencias lo estamos haciendo desde hace tiempo, aunque con otro nombre. Y
muchos de mis exalumnos, que no eran de 10 la mayoría (ni falta que hace), siguen
sorprendiéndome cuando me los encuentro. Además del inmenso placer que siento
al saludar a muchos a los que les he dado clase, por ejemplo, en el IES María
Moliner de Zaragoza, donde las dificultades sociales de muchos eran más que patentes en un entorno poco
proclive a preocuparse de cuestiones académicas al uso, suelo comprobar de qué
manera tan eficaz asimilaron ideas, conceptos y procesos que yo les expliqué,
sobre todo de geología. Algunos son capaces de comentarme en esos encuentros
cuestiones relacionadas con fenómenos geológicos catastróficos que son
habituales en los medios de comunicación actuales y que sustentan sus preguntas y argumentos en temas vistos
hace ya más de 15 años. ¿Se conseguiría eso con una enseñanza puramente
repetitiva y memorística? Estoy convencido de que no.
Que las notas que se les pone suponen un hecho dictatorial
(como se indica en el concienzudo artículo: http://www.eldiario.es/sociedad/fin-notas-clase_0_358714359.html) es algo que poco tiene que ver con
muchas realidades docentes. No todas las situaciones son iguales o parecidas
como para pontificar y generalizar como si hubiera solo una forma de actuación
académica. Si la nota es el reflejo de una
enseñanza-aprendizaje racional y con sentido común, puede ser la
"nota" de ese alumno. Si es el fruto de un subrayado, memorización
espartana y vomitado en un papel el día del examen, pues no sirve para nada. Y
la mayoría no hace esto último. Es por eso que para muchos de los docentes las
notas de los alumnos sí reflejan bastante bien su “estado” educativo. No suelen
fallar.
No conozco a los autores del artículo pero
estos destellos los suelen tener gentes un tanto "iluminadas", y
desde luego con mucha teoría psicopedagógica en sus cerebros, pero que luego no
saben solucionar ni el más mínimo conflicto cotidiano en un aula. Les suelen
quedar demasiado lejanas de sus centros de producción ideológica. No se mezclan
con el “objeto” de enseñanza. Solo elucubran para que otros apliquen sus cábalas educativas.
De todas formas se lo comentaré al departamento de orientación de mi centro…
De todas formas se lo comentaré al departamento de orientación de mi centro…
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