¡Dejadme vivir! Geología, Paleontología, Ecología, Educación.

Enrique Gil Bazán.
Doctor en Ciencias Geológicas (Paleontología).
Zaragoza, Aragón, España.

lunes, 24 de abril de 2017

Golf y ecologismo de quintafila.



     No es la primera vez que escribo sobre el campo de golf de Arcosur, al sur de Zaragoza. http://dejadmevivir.blogspot.com.es/2012/03/arcosur-el-barrio-zaragozano-con-campo.html Pero esta vez es con mucha indignación. Que las corporaciones locales anteriores a la actual incluyeran en ese estepario nuevo barrio  un campo de entrenamiento de golf cabía en su marco conceptual de lo que es el progreso y el bienestar social. Por cierto, en la entrada del blog antes citada pongo de manifiesto que ningún grupo ecologista alertó/protestó/ se manifestó ante semejante despropósito. Ellos sabrán el porqué. Pero ahora es ligeramente diferente.
     Ese campo, dotado  con   nueve   hoyos,   acaba de inaugurarse     en el centro del  inmenso nuevo  barrio de Arcosur. http://www.heraldo.es/noticias/deportes/2017/04/19/arcosur-abre-sus-puertas-golf-1170856-307.html Y como es de titularidad municipal al evento inaugural ha asistido una representación con autoridad del ayuntamiento zaragozano. Hasta aquí todo como siempre y dentro de la habitualidad institucional a la que estamos  acostumbrados desde hace décadas. Pero lo sorprendente es que nuestra  ciudad está dirigida por un alcalde “podemita”, como todo el mundo sabe, lo que hace que choque de frente una supuesta ideología innovadora, reformista, respetuosa con el medio ambiente, con hechos tan demoledores del entorno y tan contrarios a lo que cabría esperar. ¿De verdad estos desbarres ecológicos son justificables y entran en su programa reformista de gestión? ¿Saben lo que están haciendo?
     Además, y desde un punto de vista social y medioambiental, lo que más sorprende es la ausencia, una vez más últimamente, de colectivos ecologistas reivindicando el desmantelamiento inmediato de un campo de golf situado en un sequísimo ecosistema estepario y que requiere ingentes cantidades de agua para su conservación en un lugar en el que no hay. Y, además de por lo ecológico, por lo innecesario de su instalación en un barrio totalmente nuevo, especialmente poblado de gente joven, que necesita, seguro, otras infraestructuras básicas antes que la carísima instalación para practicar un deporte trasnochado, elitista, y considerado por casi todos, desde siempre, como algo propio de una casta de niños ricos y pijos. ¿Nos van a vender desde el ayuntamiento ahora que abrir campos de golf es la mejor y más  democrática medida para desarrollar el deporte en un barrio nuevo? ¿Es de prioridad máxima?
 
 

     Lo  triste es comprobar de nuevo cómo mucha gente que se autodefine como  muy “concienciada” con la conservación de la naturaleza  y que pertenecen incluso a alguna organización conservacionista  brilla por su ausencia en la protesta activa contra hechos de esta naturaleza y magnitud. Solo usan de vez en cuando como distintivo ideológico  un típico “disfraz de ecologista”, con chapita en la solapa incluida, lo que no les habilita en absoluto para representar, como han pretendido hasta ahora, la sensibilidad medioambiental de la gente o pueblo llano al que dicen quieren cuidar. Se necesitan otras cosas, no solo vestimenta y poses, para cumplir con el manual de buen ecologista.
     ¿Por qué no han hecho acto de presencia para protestar en este caso de esta intervención? ¿Dónde se meten? ¿Será que son sus amiguitos los que han aprobado con sus votos municipales esta aberración ecológica? ¿Tendrá que ganar de nuevo  el PP o el PSOE para que salgan a la calle los ecologistas a protestar por estos desmanes? Está claro que se necesita mucha más coherencia y  formación ecológica…, para ser ecologista  e  incluso para ser concejal.
 

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