Carlos Pauner es el de la izquierda. El cheque debe estar detrás de la bandera de Aragón. |
“Cada uno en nuestro ámbito es capaz de crear sueños e
ilusiones y saber que, aunque cuesta, si crees en ello se llega”. Esta frase
lapidaria es del ya famoso alpinista aragonés Carlos Pauner (http://www.aragondigital.es/noticia.asp?notid=119139). Como él hay unos cuantos que
se dedican desde hace muchos años a subirse a montañas del Himalaya. En concreto Pauner ha conseguido, dice,
llegar a todos los “ochomiles” de esa
cordillera, lo que ha conseguido en los últimos quince años. En principio nos puede
dar igual que este señor se suba así de alto, de que piense eso o lo contrario, pero ya que muchos de sus gastos corren de nuestra
cuenta me permito hacer dos críticas respecto esta “noble” actividad.
En primer lugar, sus ascensos, como los de casi todos los
alpinistas, son realizados con importantes ayudas económicas de estamentos
públicos, como he apuntado antes. No creo que hoy en día haya que convencer o
demostrar a nadie que ese uso no es prioritario, ¿verdad? Y me atrevo a decir
que ni cuando se nadaba, o nadaban algunos, en la abundancia. Esas actividades
en la montaña (se le llama también deporte…) son carísimas, así que si se
quieren practicar, al menos que cada uno se las pague. ¡Pero con dinero público no! En segundo lugar, y teniendo en cuenta que la
frasecita en cuestión que encabeza este escrito se ha dicho en el contexto de
una serie de “charlas” que este individuo está dando últimamente en colegios
para “animar” e ilustrar a los chavales
a comprender, cuando no a seguir sus intrépidos pasos, resulta casi indignante que este deporte se venda a
la ciudadanía como algo muy ecológico y de profundo respeto medioambiental.
Nada más lejos de la realidad. Esta gente son unos auténticos y fanáticos
usuarios de técnicas y materiales realizados desde el más rancio de los
hiperdesarrollismos. Cuerdas, ropas especiales, innumerables y variados instrumentos
de escalada…, por no hablar también de la grotesca imagen faraónica que suelen dar los alpinistas
de renombre cuando encabezan una fila de abnegada gente cargada hasta los topes
con sus “cosas” indispensables para pasar una temporada en las alturas. De ecológico y natural nada
de nada. De medioambiental y cercano a la naturaleza tiene mucho más lo que
hace un pastor por la Sierra de Albarracín con su morral al hombro que lo que
hace estos supertecnificados especialistas de la nada.
Equipamiento imprescindible para practicar este barato deporte. |
Que se permita que ellos mismos se hagan propaganda y
den autobombo en los centros educativos es no entender ni pizca del engaño y
estafa que supone que paguemos esta actividad. Los sueños, los anhelos e ilusiones de la
gente joven hoy en día tienen que estar encaminados al esfuerzo, estudio,
formación personal y desarrollo de habilidades sociales. No al despilfarro de
ingentes cantidades de dinero para conseguir un “sueño” obsesivo que no aporta
nada a esta sociedad. Los decimonónicos episodios épicos están ya muy pasados de moda. Hay
que alejarse de estos engañabobos.
Suben con lo justo... |
Madre mía, qué de acuerdo estoy.
ResponderEliminarPrecisamente hace poco pasó por mi Universidad un tío que se iba con la bicicleta por el mundo y, por supuesto, sin poner un euro por sí mismo. Pero es que ya sin ir más lejos, sin meternos en terrenos de lo ecológico o natural que sea esto... ¿qué c*** me importa que un tío suba una montaña? Que le aplaudan en su casa, pero que no utilicen dinero que otra gente tanto necesita para semejante tontería...
También se pasó en su día otro tipo que había participado en programas como "Frank de la jungla" o el de Calleja. Los ponen como unos referentes, como unos héroes, pero él mismo afirmó que si les pica un mosquito les llega un helicóptero con toda la ayuda médica necesaria.
Qué mal se vende ahora lo que de toda vida ha sido hacer una excursioncilla con una mochila con cantimplora, un par de bocadillos y saco para los más aventureros...
Completamente de acuerdo. Si quieren hacer esas "hazañas" que se las paguen, promocionen, en todo caso, empresas privadas.
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