"Mar de nubes". La Palma, Canarias. |
Es fácil ver vistosas imágenes de
cualquiera de las islas Canarias en las que se contemplan unas altas acumulaciones
nubosas horizontales cercanas a sus costas, como la de Tenerife que sirve de
portada a este blog, por ejemplo. Sin embargo, no resulta tan fácil encontrar
en folletos o libros de información turística de las islas algún tipo de documentación sobre
este fenómeno, para viajeros interesados o curiosos en general, y que ofrezcan una explicación, clara, convincente y certera,
de cómo se forma un “mar de nubes”. Lejos de ser algo originado únicamente por factores
meteorológicos, puede y debe explicarse también teniendo en cuenta la repercusión climática, en
la zona del archipiélago canario, del famoso anticiclón de las Azores en la
contundente orografía montañosa ofrecida por el mismo.
Vista desde satélite de las Islas Canarias afectadas por los vientos alisios, formando el "mar de nubes". |
De manera muy concisa trataré de
explicar cómo se forma este espectacular y casi perenne evento natural de las islas. Los
vientos alisios, de dirección NE-SO llegan a las islas Canarias
procedentes atmosféricamente del
anticiclón de las Azores, condicionando el clima del archipiélago. Estos
vientos transportan a las islas un aire húmedo y fresco en su parte inferior, a
la que se superpone otra capa seca, separándose ambas por lo que se denomina
una inversión vertical de temperaturas o “inversión térmica”, que repercute
especialmente en la formación del “mar de nubes”.
Estratificación normal de la estratosfera inferior en la zona canaria. |
La explicación de este fenómeno
puede resumirse teniendo en cuenta que el aire superficial que llega hasta el lado noreste de las
islas cargado de humedad, y con una
temperatura que ronda los 20ºC, tiende a
ascender hasta que se aproxima en altura a la zona correspondiente al fenómeno denominado “punto
de rocío”, lo que supone una paulatina bajada de temperatura conforme se
aumenta en altura (ver gráfica adjunta). Al superarse ese punto, se condensa el vapor de agua que contiene y se
forman nubes que chocan con la montaña, desarrollándose así una amplia capa de estratocúmulos que se amontonan en la horizontal hacia el noreste, cuya
famosa imagen es lo que se denomina “mar de nubes”. Esta condensación de vapor
de agua en agua líquida supone la emisión a la atmósfera del calor latente de
vaporización que permitió que el agua se evaporase, por lo que se produce un “calentamiento”
relativo del aire circundante hasta que
se condensa todo el vapor que contenía el aire ascendente. Esto explica así el
incremento de temperatura en esta alta área, lo que produce la “inversión
térmica” antes citada. Es por ese motivo por lo que a partir de esa determinada
altura, por encima de la superficie
prácticamente horizontal del mar de nubes, el cual no suele superar en Canarias
los 1500-1600 metros de altitud, y con varias decenas de metros de grosor, nos
encontramos con una capa “seca” de aire que recupera paulatinamente la disminución de temperatura que le
corresponde conforme se va ganando altura.
Vista del contacto nuboso con el terreno, justo por encima del "mar de nubes". |
Por todo ello, las nubes de ese
mar no pueden subir a más altura, dando imágenes especialmente llamativas
cuando se contempla la zona de contacto
del “mar de nubes” con las pendientes laderas rocosas de las islas. En numerosas zonas, en especial las recubiertas
de vegetación, se produce la
condensación de agua sobre hojas y acículas de plantas, lo que hace que se
pueda obtener también así una buena cantidad de reserva hídrica por este
natural procedimiento, sin necesidad únicamente de lluvia.
Zona de contacto del "mar de nubes" con la ladera . |
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