La aplicación mixta en los últimos años de la ley de educación LOE y la recién estrenada, y ya casi finiquitada,
LOMCE, han empezado a dar sus frutos. ¡Quién iba a decirnos que en el mediático
informe PISA se iban a subir unos cuantos escalones en relación con la calidad
de nuestra educación, y respecto a los logros de nuestros alumnos adolescentes!
El que no creyera hasta ahora en los milagros que se lo replantee. Se tienen
motivos para pensar que existen de verdad, y este es uno de ellos. http://politica.elpais.com/politica/2016/12/05/actualidad/1480950645_168779.html
En plena crisis económica y social, con un duro reajuste
ministerial hacia el continente y contenido de los centros educativos con medidas como, por ejemplo:
reducción de sueldo de los profesores e incremento de sus horas lectivas;
eliminación casi total de apoyos y ayudas económicas y académicas a alumnos
desfavorecidos; incremento de la ratio en las aulas (hasta 35 en los bachilleratos,
y sin que nadie ahora haya modificado nada después de tanto vociferar y
rasgarse las vestiduras hasta hace dos años en las puertas de los centros);
concentración en la misma aula por el simple criterio de su edad biológica, (en
los centros públicos, se entiende) de un
alumnado de lo más variopinto en cuanto a su procedencia e historial académico
(unos saben algo, otros casi nada, otros ni hablan español…), lo que hace que
los centros sean, eso sí, muy “ricos
culturalmente”, como dirían muchos mentecatos que no tienen ni idea de
educación, (pues son muy “ecuménicos” ellos, excepto cuando les toca aplicarlo a sus hijos...)
pero que lastra profundamente un proceso de enseñanza para los alumnos interesados y preocupados por sus estudios
(que los hay, y muchos), ya que se aleja bastante de lo que “debe ser” una educación
de calidad y adecuada a las necesidades de cada grupo/tipo de alumnado.
Pero aún así, y con la formación recibida de los mismos profesores
que hasta ahora eran denostados por no dar “la talla” y ser para muchos los
causantes directos de que en ese informe PISA, en nuestro país, se haya rozado durante muchos años casi el ridículo, ahora, parece que se ha producido un pequeño “milagro
académico” y la situación de España, (y siempre según ese informe y sin saber ni
el cómo ni el porqué) mejora ligeramente. El ministro de Educación dice que es debido al profesorado…
¡Increíble! ¿No estarán preparando
otro ajuste económico a cargo de los docentes, a juzgar por los “excelentes resultados”
obtenidos con los anteriores? Son capaces.
Jamás en los
claustros de profesores se creyeron ni dieron demasiado crédito a las conclusiones emitidas
hasta ahora en el informe PISA. Las experiencias vividas en los centros y la
observación de la realidad, día a día, alejaban enormemente sus criterios académicos de los
pésimos resultados que allí se les asignaba. Ahora, con este cambio de rumbo
inesperado puedo asegurar que más que alegría, habrá cachondeo generalizado. ¡Bueno,
siempre hay cosas que animan las fiestas navideñas...!